La leyenda de El Dorado
La leyenda de El Dorado hace parte de la historia colombiana, aprende de este relato en esta nota y anímate a visitar el municipio de donde se origina la leyenda. Sigue leyendo.
Cuando se trata de riqueza cultural e histórica, es innegable que Colombia ocupa el centro de atención. Toda su historia no solo está enmarcada por el sufrimiento y la lucha, sino también por el amor a su tierra y a su gente. ¿Te gustaría conocer uno de los relatos más antiguos y famosos de Latinoamérica? ¡Quédate! En esta nota de Un Café con Colombia te contamos la historia detrás de La Leyenda de El Dorado.
¿Cuál es la leyenda de El Dorado?
Hace mucho tiempo, durante la cruenta época de la conquista española en el siglo VI, un rumor se esparció en toda la población que habitaba el territorio acerca de un antiguo ritual de coronación y una ciudad envuelta en oro. La leyenda, que es compartida en un sinnúmero de textos españoles como los que escribió Fernández de Oviedo, Juan Rodríguez Freyle o Theodor de Bry, varía de acuerdo a las ideas del escritor; no obstante, todas se centran en torno al mismo tema: el oro.
Para nadie es un secreto que muchas de las expediciones e invasiones por parte de los conquistadores tenían como único fin proveerse del mayor número de riquezas posible. Desde metales preciosos hasta animales exóticos, todo debía ser de ellos a como diera lugar. Por esta misma sed y ansia de riqueza, es que muchos creen que se hizo tan famoso el mito de El Dorado, ya que a pesar de las intensas búsquedas e investigaciones, ninguno jamás ha logrado encontrar el tal anhelado tesoro.
Los eventos que se narran en el mito y leyenda de El Dorado transcurren en Gautavita, una zona ubicada en el Altiplano Cundiboyacense. En dicho lugar, se decía existía una comunidad que, cada vez que era coronado un nuevo monarca, realizaba un importante rito ceremonial. El ritual se dividía específicamente en tres momentos: preparación, ejecución y cierre. Durante la etapa de preparación, el que sería el próximo rey debía enfrentar un período de abstinencia, donde, alojado en una cueva, no podía tener ni el más mínimo acceso a pimientos, a la sal y a las mujeres.
Después de completado este tiempo, el día de su coronación, el nuevo rey era conducido hasta la Laguna de Guatavita; allí, guiados por el sacerdote principal de la comunidad, el heredero era despojado de su ropa para luego ser untado por todo su cuerpo con una mezcla de trementina y polvo de oro. El efecto era tan perfecto y deslumbrante que el nombre del relato se debe a este hecho. El título de la leyenda de El Dorado de Guatavita hace referencia al nuevo rey, que para ser coronado, era bañado completamente en oro.
Luego de completar este paso, el nuevo gobernante era conducido en una balsa en compañía de cuatro ayudantes y un sinnúmero de tesoros de oro y joyas preciosas. Al llegar al centro de la laguna, rodeado de un profundo silencio, el nuevo cacique se arrojaba al agua y surgía minutos más tarde libre de la cubierta de oro, lo que automáticamente lo convertía en el nuevo Zipa. Culminado este paso, todos los habitantes de la comunidad empezaban a arrojar sus ofrendas en oro y joyas a la laguna no solo en celebración por la coronación, sino también como ofrenda a los dioses.
La comunidad a la que se hace referencia en la leyenda son los Muiscas, una ancestral civilización que habitó en los departamentos de Cundinamarca y Boyacá durante cientos de años. Aunque algunos suelen pensar que los Muiscas desaparecieron por completo a raíz de la sangrienta conquista española, muchos antropólogos e historiadores como Carl Henrik Langebaek Rueda, vicerrector académico de la Universidad de los Andes, consideran que ellos todavía viven, simplemente sus genes están mezclados con el resto de la población.
Como consecuencia de esta leyenda, no solo durante los primeros años de la colonia se llevaron a cabo investigaciones, sino también décadas más tarde, cientos de hombres, ávidos por conseguir riquezas, se aventuraron a cavar, a hacer túneles e incluso a drenar la laguna con tal de hacerse con el tesoro. Sin embargo, cada intento ha sido infructuoso, ya que solo se han logrado recuperar algunas piezas de oro.
Ciudad de Guatavita
El municipio al que hace parte La leyenda de la Laguna de Guatavita, se ubica en Cundinamarca y tiene por nombre el mismo título que el del mito: Guatavita. El territorio, localizado a 53 kilómetros al Nororiente de Bogotá, es nacionalmente conocido no solo por la leyenda, sino también por la belleza de su infraestructura. Todas las estructuras, casas y comercios, evidencian una arquitectura colonial similar a la de otros municipios como Villa de Leyva.
Además, Guatavita también se caracteriza por su fortalecida industria turística, que además de girar en torno a la leyenda con tours y visitas guiadas a la laguna, también brinda espacios para hacer senderismo, trekking, o incluso deportes náuticos. Aunada a la reconocida laguna, Guatavita también cuenta con otro cuerpo de agua conocido como el Embalse de Tominé. Allí los turistas pueden disfrutar de actividades al aire libre como pesca deportiva o un paseo en velero por el embalse.
Colombia sin lugar a dudas es un territorio lleno de lugares mágicos con historias maravillosas y sorprendentes. Sus antiguas civilizaciones han dejado un legado grandioso que vale la pena conocer de cerca, así que no lo dudes más y atrévete a disfrutar de primera mano todo el potencial cultural que tiene para ofrecer este inigualable municipio cundinamarqués. Si deseas seguir enriqueciendo tu conocimiento sobre Colombia, ¡suscríbete a nuestro blog! Todos nuestros contenidos te brindarán la información que necesitas para volverte un experto sobre la cultura colombiana.